26 de mayo de 2011

Nota informativa de la AEMPS 2011/09: cilostazol: reacciones adversas cardiovasulares. Inicio en Europa de la reevaluación beneficio-riesgo

En una entrada previa del blog ya habíamos hablado de cilostazol y de cómo había sustituido a medicamentos más antiguos en el tratamiento de la claudicación intermitente, a pesar de que su balance entre eficacia y seguridad no parecía más favorable.

Pues bien, a raíz de la notificación al Sistema Español de Farmacovigilancia de Uso Humano (SEFV-H) de casos de sospechas de reacciones adversas de tipo cardiovascular y hemorrágico asociadas al uso de este fármaco, la AEMPS emitió ayer una alerta de seguridad, que resumimos a continuación:

La AEMPS ha revisado los datos disponibles sobre las sospechas de reacciones adversas de tipo cardiovascular y hemorrágicas que han sido notificadas, junto con la información aportada por el laboratorio titular de la autorización de comercialización y datos de utilización de cilostazol en España.

La revisión de los casos notificados al SEFV-H indica que una proporción importante de los mismos corresponde a pacientes de edad avanzada (el 70% de los casos son pacientes ≥65 años; el 41% ≥ 75 años). Entre las reacciones de tipo cardiovascular se incluyen casos, algunos graves, que pueden relacionarse con su efecto inotrópico positivo, como palpitaciones, infarto de miocardio o angina de pecho, o con su efecto cronotrópico positivo arritmogénico, como taquicardia o extrasístole ventricular. También se han notificado reacciones adversas de tipo hemorrágico en diferentes localizaciones, algunas de ellas graves. En los casos en los que se encuentra disponible información adicional, se ha observado que estos pacientes recibían tratamiento concomitante con antiagregantes plaquetarios.

En lo que respecta al perfil de utilización de cilostazol en nuestro medio, los datos analizados indican que el perfil de los pacientes en tratamiento, es diferente al de los pacientes incluidos en los ensayos clínicos que sustentaron la autorización de comercialización. Así, la mayoría de los pacientes en tratamiento son de edad avanzada (el 42% del pacientes tratados tienen más de 74 años de edad) y muchos de ellos reciben de forma concomitante otros medicamentos susceptibles de interacciones farmacodinámicas o farmacocinéticas con cilostazol como ácido acetil salicílico y/o clopidogrel, estatinas, inhibidores de la bomba de protones, o antihipertensivos de tipo IECA o ARA-II.

Los medicamentos que interaccionan con el metabolismo de cilostazol aumentan sus niveles plasmáticos, lo que potenciaría sus efectos cronotrópicos e inotrópicos positivos, y por tanto, la posibilidad de aparición de reacciones adversas derivadas de ello. Por otra parte, el uso concomitante de cilostazol con antiagregantes plaquetarios podría potenciar el efecto de estos, aumentando el potencial riesgo de hemorragias.

Todo ello hace complejo el manejo clínico de los pacientes polimedicados que reciben además cilostazol, por lo que es necesario considerar antes de iniciar el tratamiento y durante el mismo las posibles interacciones con otros tratamientos que recibe el paciente, teniendo en cuenta además que el tratamiento de la claudicación intermitente debe basarse fundamentalmente en el abandono del tabaquismo, el ejercicio físico y un tratamiento antiagregante adecuado.

Próximamente, la EMA llevará a cabo la revisión de todos los datos disponibles acerca del beneficio y los riesgos potenciales de este medicamento. La AEMPS informará de las conclusiones de esta revisión. Mientras tanto, la AEMPS recomienda a los profesionales sanitarios:
  • Leer detenidamente la ficha técnica de cilostazol, siguiendo estrictamente las condiciones de uso autorizadas, especialmente en lo que se refiere a indicaciones, posología, contraindicaciones, interacciones y advertencias de uso.
  • Vigilar la aparición de reacciones adversas con cilostazol y prestar especial atención a las potenciales interacciones farmacocinéticas y farmacodinámicas con otros medicamentos que esté recibiendo el paciente, valorando otras alternativas para el alivio de los síntomas de la claudicación intermitente en caso necesario.

Esta advertencia acerca de los problemas de seguridad de cilostazol añade aún mayor dificultad al manejo de la claudicación intermitente después del anuncio de la suspensión de comercialización de buflomedil de la semana pasada. Habrá que estar atentos a las conclusiones a las que llegue la EMA una vez finalice la reevaluación de cilostazol.

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